Hace tiempo que no escribía alguna entrada, pero creo que ameritaba.
Recordando mis tiempos en el colegio, algunas discusiones volvieron a mi mente que creí haber olvidado
eran tiempos en que me gustaba la filosofía tanto porque me iba bien en notas además porque aprendí y he puesto en practica estos años el concepto de razón, como forma de vida.
Pensaba en aquellas discusiones, esos argumentos con mi compañero sobre como uno puede sobrellevar una vida mejor en todo ámbito y quizás alcanzar el concepto de -perfección- o bien, al menos tocarlo.
Nunca me gustó la perfección aquella palabra que me daban arcadas, la odiaba, simplemente para mi no existia y nunca se podria alcanzar, mi compañero me debatia que era posible, pero el se basaba en otro gran concepto el equilibrio. Generalmente las personas en algun momento de su vida suelen irse a los extremos, en algun momento ofuscados, en un lapso de tiempo como una noche, meses en fin, en algun instante tenemos esa capacidad de irnos al extremo ¿Para que? ni yo he encontrado la respuesta porque también me siento identificado porque tambien he sido intolerante o he perdido el sentido, pero de ello uno aprende y logra rescatar claves , si me las guardara seria algo egoista. Siempre he creído que uno es más inteligente enseñando que guardando sus conocimientos para su propio beneficio.
Pero bien, ¿Porqué las mujeres no las entendemos? ¿Porque sentimos aquella necesidad de saber que les pasa o porque actuan así? Muchos hablan de que es mejor conversar las cosas, una comunicación fluída en su momento podría arreglar todo o bien dejar que el tiempo diga las cosas (muy cliché) Pero hay instantes en que no todo parece fácil o no se soluciona conversando, es ahí donde creo que el equilibrio y una buena inteligencia emocional podrían cambiar las cosas aveces es importante saber que uno no tiene solución para problemas que están lejos de tu mano, pero puedes dar las herramientas o hacer notar los errores, a veces creo que si tienes la capacidad de resolver tus propios problemas con la madurez necesaria y poder encontrar un equilibrio en tus acciones/pensamientos puedes llegar a resolver grandes problemas, un profe de informática me dijo "Divide y vencerás" sus palabras calzan en todo ámbito cuando nos sentimos mal, tristes, sin soluciones.
No me las doy de sicólogo ni mucho menos de un filósofo, sólo creo que se está perdiendo la capacidad de discernir o razonar (yo también la he perdido) pero poco a poco uno va recuperando lo bueno y siente la necesidad de transmitirlo ( al menos) y dar de una vez el gran golpe, a ese punto, ese mismo.
Equilibrio señores!
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